domingo, 12 de julio de 2009



ESCUELA DE AIKIDO







FILOSOFIA ZEN EN MOVIMIENTO


BUSHIDO AIKIKAI DOJO
DIRECTOR GENERAL
INSTRUCTOR EN JEFE

DIEGO MARCELO RE
3ºDAN AIKIKAI

CONTACTO
bushidoaikikaidojo@yahoo.com.ar
celu 011-15 4072 0786







DOJO
AV LAS HERAS 2239 CAPITAL FEDERAL

HORARIOS
LUNES-MIERCOLES-
 VIERNES-
SABADOS

























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sábado, 11 de julio de 2009

Cuestiones sobre Irimi Tenkan





Reflexiones sobre Irimi y Tenkan

No es fácil comprender bien el por qué, de una de las técnicas básicas del Aïkido, del concepto de Irimi-Tenkan. Al igual que los principios fundamentales que rigen este arte, la comprensión puede hacerse a distintos niveles, según nuestro propio camino en la Vía. Vamos no obstante a intentar aquí ver un poco más claramente y aportar elementos de respuesta sobre Irimi y Tenkan

El concepto de Irimi
Irimi se escribe ( ). Es una palabra que consta del verbo “hairu” que significa entrar y del nombre “mi” que significa cuerpo o carne. El término es entonces, y no puede ser más claro, literalmente eso: quiere decir “entrar en el cuerpo”. La imagen más evidente debe buscarse por el lado del Sumo. Se manifiesta por el sumotori de entrar con todo su peso, de frente, sobre el adversario, sin plantearse la cuestión sobre si la cantidad de agresividad debe ser total en ese momento. Es pues un ataque en sentido más puro.

Se experimenta correctamente Irimi avanzando hacia el otro, en línea recta, sin pretender esquivar cualquier cosa. Juzgada a menudo como agresiva, este concepto no lo es en la medida en que se envía un atemi en el movimiento. Practicándolo, y avanzando más en su investigación, se da cuenta que realizar Irimi requiere integrar otros conceptos, como de la distancia y de tiempo que conduce al encuentro “ma-ai” y “de-ai” a fin de entrar en el momento justo, es decir, en el momento que el compañero piensa su ataque. De golpe, Irimi se transforma en un movimiento que entra para anular el ataque y hacer abortar desde el comienzo la intención del compañero. Este no es entonces una técnica de ataque agresivo, sino una técnica positiva (en todos los sentidos del término) que trae la paz sin violencia.

En Irimi el concepto de línea recta es fundamental. Los principiantes son reacios a respetar esta línea recta, ya que es paradójica con su propia seguridad. En efecto, el hecho de avanzar recto es el mejor recurso de tomar el ataque de Uke. Pero es necesario pasar por allí por varias razones. En primer lugar para respetar la consigna. A continuación para descubrir potencialmente el peligro que nos acecha a ser golpeados. Se desarrolla entonces una clase de sentimiento fatalista (me pueden golpear, pero debo ir derecho, abandonarme) que lleva a un sentido de sacrificio. Ese sentido es importante para aprender a olvidarse, dejar de lado los miedos, no pensar en uno mismo y despejar mentalmente sus temores. Entonces, es posible progresar hacia una fase donde Irimi es más libre, más espontáneo y sin pensamientos parásitos. De golpe, Irimi se abre a todos los conceptos que permiten transformar esta técnica de una fase combativa a una que aporta la paz. Irimi y la línea recta son entonces fundamentales para evolucionar en su práctica marcial.

El concepto de Irimi implica aún otro concepto, el de la perturbación por la acción. Si se entra Irimi-atemi, queda claro que se lo perturba al otro poniéndolo brutalmente fuera de combate. Si se entra Irimi con la buena sincronización, se aporta la paz, perturbando a Uke pero sin hacerle daño, lo que es mejor para él y más complejo de realizar por Nague. En los dos casos, se puede claramente decir que el movimiento de Irimi es yang, en el sentido que se proyecta la energía hacia el otro.

Traspasemos ahora Irimi en la vida diaria. Ud. ve a dos niños golpear a un animal con un palo. Esta situación es cruel e interviene físicamente para sacarle el palo de las manos de los niños, interponerse para proteger al animal y regañar a los niños o darles una paliza según el caso. Es una manera de hacer a Irimi-atemi. Ud. puede anticiparse a los niños con los palos, interceptarlos calmada pero firmemente sobre el mal que harán, confiscarles los palos y razonar con ellos. Es Irimi que trae la paz cancelando el movimiento antes de la llegada de la violencia.

La noción de Tenkan
¿Cómo entender entonces Tenkan ( )? El primer caracter de la palabra lleva al concepto de volver, mientras que el segundo indica el hecho de invertir, de sustituir. Tenkan, según los contextos y fuera del Aïkido, se traduce en conversión, cambio, invertir para pasar de una situación a otra, o también diversión (en el sentido de eludir/esquivar). Se examina anular lo que molesta y de sustituirlo por cualquier otra cosa. Se utiliza también la expresión “cambiarse las ideas” (kibun-tenkan) o “cambiar de conversación”, etc. Tenkan también se utiliza en expresiones como “momento bisagra”, “el punto donde las cosas oscilan”, “una situación que se invierte”. Todo eso nos ilustra sobre la idea que lleva la palabra sobre esta técnica.

Tenkan se muestra generalmente como un esquive. Los principiantes interpretan físicamente esta técnica como una fuga y se los ve salir demasiado sobre el lado, poniéndose al mismo tiempo en peligro a causa de un mal manejo de la distancia. Una distancia demasiado grande permite a Uke contraatacar a Nague, entonces una distancia más corta hace más difícil (pero no imposible) un ataque eficaz. Tenkan es un esquive. Eso significa que es una elección consciente y trabajada y no una entrega inconsciente al otro para la fuga. Eso ya hace toda la diferencia. Asimismo, un Tenkan realizado demasiado rápido no permite esquivar el ataque, pues basta para el atacante reorientar su acción hacia la nueva posición del compañero. Tenkan es entonces un trabajo que lleva nuevamente sobre “ma-ai y de-ai”. La explicación clásica, que consiste en decir que Tenkan se realiza cuando se llega tarde con relación al ataque de Uke es verdad en la medida se es desbordado efectivamente por el otro, o donde no se dirige la situación. Es la peor condición para hacer a Tenkan, ya que sólo retrasa los problemas un segundo. En cambio, un Tenkan donde se controlan todos los conceptos citados anteriormente, equivale a desplazarse tranquilamente, con exactitud y lucidez. Eso se traduce para el atacante por la sensación de pasar a través de la imagen del otro, sin tocarlo.

En Tenkan, el concepto de control del cuerpo es aún más importante que en Irimi. En Irimi se entra recto, eso no requiere de muchas neuronas y de impulsos nerviosos para llegar. Tenkan, se esquiva no sólo con un desplazamiento de pies, sino también y sobre todo de caderas, de tronco, de hombros, teniendo al mismo tiempo cuidado con su cabeza. Además, es necesario poder realizar este movimiento sin alejarse de Uke si no, no se realiza la unión (Ai) con él para realizar una técnica armoniosa.

Combativamente hablado, el movimiento de Tenkan juega sobre un efecto de espiral hacia el interior, un desplazamiento sobre sí mismo. Se puede entonces claramente hablar de movimiento yin, ya que el sentido hacia donde trae la energía es hacia uno.
Si Irimi perturba a Uke, Tenkan no lo hace por dejar pasar el movimiento. Eso no significa que Tenkan sea el único capaz de aportar armonía. Es una armonía yin, mientras que Irimi propone una armonía yang.

En la vida diaria, se puede trasladar a Tenkan según estos dos ejemplos. En una fila para sacar un boleto de tren, una persona le empuja para avanzar más rápidamente, entonces y se produce a último momento un movimiento para evitar un atropello demasiado fuerte. Hizo a un Tenkan pasivo, que es repentino. En cambio, ve a una persona apurada para tomar su tren y Ud. se anticipa a su necesidad de ir rápidamente, corriéndose para dejarlo pasar. Él se anticipó con reconocimiento y usted no sufrió la situación. Esto es el Tenkan controlado.

Irimi y Tenkan

Se puede decir entonces que en cierto nivel de maestría que controla los movimientos Irimi y Tenkan, la explicación lineal que estipula que si se anticipa al otro se puede colocar un Irimi o si se demora es necesario hacer a Tenkan, esa explicación no tiene ni menos (ni más) sentido.

El principio fundador del Aïkido se expresa en su nombre (Ai Ki Do). Falta encontrar el medio de unir y en consecuencia de armonizar. Si se piensa que la armonía viene del equilibrio entre el Yin y el Yang, entonces muy naturalmente el concepto de Irimi-Tenkan toma todo su sentido. Desde este punto de vista se comprende mejor por qué Irimi-Tenkan se asume como uno de los pilares del Aïkido. Irimi representa la base histórica del combate, que se puede resumir por “meterse en la boca del lobo ”. Es la base incluso de las artes marciales. Estas artes evolucionaron en vías del desarrollo interior, uno de cuyos símbolos es Tenkan, que se puede resumir por “después usted, le ruego”.

Técnicamente, Irimi-Tenkan se traduce en una proyección (Yang) hacia Uke, luego un desplazamiento de esquive (Yin) que implica o absorbe a Uke. A menudo la técnica no se interrumpe ahí (podría, como podría detenerse sin importar cual sería su estado evolución), pero vuelve a salir hacia un movimiento yang que proyecta a Uke o que lo desestabiliza, para volver a salir sobre un movimiento yin que lo controla con una llave o un control contra simismo.

Irimi-Tenkan representa pues el principio y el final de la técnica, pero cada uno de ellos puede también ser el principio o el final. No hay un papel claramente definido, ya que es el movimiento de uno y del otro que le aportan vida a la técnica. Se puede pasar así del Yin al Yang y el Yang al Yin dentro de Irimi y dentro de Tenkan. Es dentro del trabajo de ellas que se puede entonces percibir el equilibrio con el compañero, tanto la armonización con el exterior (hacia el otro) y con el interior (en si mismo).

Aikidoka Magazine
02-08-2007






El Dojo y el Sensei




El Dojo significa literalmente "lugar de despertar" ó de "entrenamiento"; “ donde aprendemos a VIVIR”, cuando se entra en un Dojo, se entra en la casa del Sensei, el cual significa "uno nacido antes que uno"; los Dojos suelen ser de ambiente y decoración muy tradicional y sencilla, al igual que la vida del Samurai. El alumno viene a la casa del Sensei a aprender su forma o camino de vida.

Antiguamente era algo difícil que un Sensei aceptara a un alumno (Deshi ó Montei) por mero hecho de querer aprender el arte de la escuela (ryu), éste antes de entrar tenía que ganarse la aceptación del Sensei poniéndose a prueba, éstas pruebas eran tanto psicológicas físicas (limpieza, favores, trabajos duros...); éstas pruebas eran principalmente realizadas para conocer el carácter del futuro alumno, para forjarlo y ver al igual tanto sus capacidades mentales como físicas, fortaleciendo al mismo tiempo el cuerpo y la moral del alumno para estar preparado para su entrenamiento marcial.

Una vez que el Sensei lo aceptara (que no eran todos los casos) como alumno, tomaba el nombre de Nyumon-sha, que significa "aprendiz aceptado", éste tenía que realizar un juramento (algunos ryus lo firman con sangre) antes de entrar en el Dojo, llamado "Keppan", en el juramento se establecía la lealtad y respeto al Sensei, el no divulgar las enseñanzas a los demás (sin el permiso del Sensei), así como utilizar el arte en beneficio de la paz y la justicia.

Antiguamente, desde el primer momento en que el alumno pisara el Dojo, éste no debe jamás preguntar nada ni opinar nada, todo lo que diga y explique el Sensei se aplicará y realizará sin ninguna excusa y vacilación. Su comportamiento será el mas correcto y su etiqueta deberá ser intachable, siendo la principal virtud que deberá cultivar. El aseo y la puntualidad son dos normas que deberá tener siempre, así como un espíritu de superación y colaboración con los demás, siendo una persona cortes que ayude en lo que pueda a las demás personas, siendo esta una señal de hombre de buen corazón (kokoro).



El Sensei es una persona que se merece toda la atención de sus alumnos, al igual, el Sensei mira a sus alumnos como hijos, aunque su comportamiento no fuese a veces el adecuado siempre lo hace con un sentido y motivo. Las enseñanzas a veces suelen ser duras, pues así saca lo mejor de cada alumno, haciendo de ellos hombres digno de valor y respeto.

El Sensei es una persona que no siempre actúa igual, a veces parece extraño y otras veces parece familiar, su principal función es la de encaminar a sus alumnos en el camino de la verdad, desvelando ante ellos pequeños secretos que no son en sí grandes misterios, sino que normalmente no los vemos debido a nuestra falta de visión de la vida.

Muchas veces, debido a ciertas dificultades, el alumno se ve desanimado , parece que no puede conseguir lo deseado, el Sensei, con una simple frase ó una breve narración, puede hacer levantar el ánimo al alumno, pues su sabiduría hace ver a los alumnos lo que su espíritu no podía ver, y hace despertar nuevas visiones y aspectos de la vida.

El Sensei siempre tiene solución a todo, pero él no puede hacer las cosas por los alumnos, él enseña, guía y aconseja, pero es el alumno el que tendrá que afrontar, sentir y afrontar los obstáculos; enseña que nada se consigue sin esfuerzo y que no hay atajos en las Artes Marciales (Buguei Ni Chika Michi Nashi), pues puede que llegues el primero mediante el camino mas corto, pero el que recorre el camino mas largo consigue mas experiencias y ve mas el mundo, esto dice que lo mas importante no es conseguir el objetivo, sino degustar y disfrutar el camino hacia él, pues cuanto más rico sea el camino, mas rico espiritualmente seremos, y cuando miremos atrás, nos sentiremos satisfechos de todo lo que hemos logrado con tanto esfuerzo, voluntad y constancia.



En conclusión, el Sensei es un guía espiritual y entrenador marcial que nos lleva mediante las artes marciales a una superación tanto moral, física y espiritual; siendo éste sobre todo una persona con grandes virtudes morales y éticas. Y desde luego, el Sensei es nuestra máxima autoridad en el DO, y le debemos respeto en el dojo y en todo lugar…

En el Dôjô, el estudiante trata de olvidar todos sus problemas y conflictos cotidianos para centrarse única y exclusivamente en su Arte y su mundo. Durante el tiempo que permanece en el Dôjô, no existe familia, ni trabajo, ni problemas, sólo su Arte Marcial. No es sorprendente que un artista marcial esté más equilibrado como ser humano, pues él sabe que la totalidad de su persona necesita tanto de su cuerpo como de su mente, de forma que lo hace trabajar al unísono. La atmósfera en un Dôjô es de energía. Los estudiantes aprenden a no exteriorizar el dolor cuando son dañados en un combate y a no mostrar debilidad. Ambas disciplinas trabajan juntas para la formación de la salud física y de la fuerza del carácter del practicante
Un alumno sea Kyu o Dan, no debe olvidar nunca esto:

“UN ALUMNO PUEDE SER EL ORGULLO O LA VERGÜENZA DE SU SENSEI”

lunes, 6 de julio de 2009

TÉCNICAS DE EXAMEN

6to.Kyu


Conocimientos basicos necesarios para comenzar la practica y estudio del Aikido,
este es el primer obstaculo que debe pasar el principiante, aprender algunos aspectos basicos, como algunos nombres en japones,nombres de las técnicas, ataques basicos y tecnicas basicas, como asi tambien lo que consierne a la etiqueta y comportamiento dentro del dojo, desde aqui en adelante cuando el principiante pasa este obstaculo, comienza a recibir la instruccion necesaria para poder empezar a comprender los principios del Aikido. Desde este punto el alumno comineza sus estudios como alumno regular del dojo

6to.Kyu (40 horas)


katatetori kokyuho
katatetori iriminague

Irimi Tenkan
Irimi Kaiten

Ukemis-

Mae kaiten-ukemi
Ushiro kaiten-ukemi
Ushiro yoko Kaiten-ukemi
Mae yoko kaiten-ukemi
Ushiro mae yoko kaiten-ukemi
Shiho en ambas direcciones(adelante y atras)

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REQUISITOS DE EXAMEN





martes, 28 de abril de 2009































miércoles, 11 de marzo de 2009

Entrevista con Donovan Waite

Meeting the Mat Año: 1999
ENLACE PARA BAJAR VIDEO DE UKEMIS







ATM: ¿Sensei, cuándo usted comenzó en el Aikido?
SENSEI: Estaba de vuelta en Inglaterra, cuando tenía como ocho
años. El maestro de gimnasia tenía una pequeña clase de Judo para
niños que estuviesen interesados en hacer un poquito entrenamiento de
artes marciales. A mi me gustaba --- rodando y aprendiendo a caer.
Cuatro o cinco de nosotros le poníamos seriedad al asunto, y el
instructor nos llevo a un dojo en el YMCA en Birmingham, donde
pudiésemos empezar a entrenar con otros niños.
ATM: ¿Un dojo de Judo?
SENSEI: Si, eso mismo era. Pero todas las artes marciales compartían
el mismo cuarto. Y, para mi, en ese entonces, todas las artes marciales
me parecían lo mismo; yo no le prestaba atención a las diferencias. Un día, mi mamá vino muy tarde a buscarme. Me tuve que sentar y esperar después de clases. La gente venía en sus hakamas. "¿Por qué esos tipos usan esas faldas?" Yo pensé. Le pregunté a uno de los tipos si me podía quedar a ver, y me dijo que si podía. Una mujer dió las clases. Yo estaba impresionado por la forma en que ella movía a los tipos grandes como plumas. En ese entonces, yo tenía como ocho años y medio, y tenía como un año haciendo Judo.
ATM: ¿Usted creyó en lo que vio?
SENSEI: No realmente. Yo era un niño un poco escéptico. Antes de que hubiera visto mucho, mi mamá llegó, y tuve que irme. Yo no pensé en nada de lo que había visto hasta meses después, cuando mi mamá vino tarde de nuevo. De nuevo, ví la clase de Aikido. Esta vez, un hombre estaba dando la clase --- Ralph Reynolds. Después del calentamiento, el comenzó a arrojar a dos o tres tipos alrededor y explicando al mismo tiempo. Me dije a mi mismo, "Oh, por Dios, quiero tratar de hacerlo para ver que tal es." Le pregunté a mi mamá si me podía quedar tarde la semana siguiente para entrar a las clases de Aikido, y ella dijo OK.
ATM: ¿Era la clase una clase avanzada?
SENSEI: No, era mixta. En ese entonces, la mayoría de los estudiantes vestían una hakama. Al principio, lo que me mantuvo practicando era el pensamiento de que se me permitiría usar una hakama. Yo pensaba que eran chéveres. Pero, en cuanto me metí, me dí cuenta que habían muchas cosas en el Aikido que lo que parecía. Yo estaba intrigado de la gracia de los movimientos, sin esfuerzo. Yo pensaba que el Aikido sería fácil porque se veía fácil, ¿tu sabes? Pero traté y me dí cuenta de que no era tan fácil.
ATM: ¿Quién instruía las clases a las que usted asistía?
SENSEI: Ralph Reynolds. Ralph creía que el Aikido era muy complicado para niños jóvenes. Pero, cuando pregunté para unirme a las clases, el dijo, "Bueno, OK, entrena." A mi me gustaba ser proyectado; Yo solo rebotaría un poco y me paraba, y el me proyectaría otra vez de nuevo.
Para mi, esa era la parte divertida. Después, aprender las técnicas se volvió también muy divertido. Yo quería hacerlas de la forma como las hacía el--- fácil y relajadamente con una gran, moción de fluidez. Habían cinco o cuatro de nosotros quienes empezamos juntos con Ralph al menos la misma edad. Los otros eventualmente renunciaron. Entonces, cuando yo tenía 15 o 16 años, yo era aún la persona mas joven del dojo.
ATM: ¿Cuándo usted comenzó a practicar Aikido, usted dejó el Judo?
SENSEI: Me mantuve haciendo Judo dos veces a la semana hasta que tenía como 14 o 15 años.
ATM: ¿Cuándo obtuvo su cinturón negro en Aikido?
SENSEI: Yo creo que obtuve mi shodan antes de mi 14vo cumpleaños. Era casi como un regalo de cumpleaños. En ese entonces, Chiba Sensei estaba en Inglaterra.
ATM: ¿Estaba tu instructor afiliado con el?
SENSEI: Ellos estuvieron juntos en un tiempo, pero entonces ellos rompieron. Chiba Sensei comenzó una federación, y Ralph empezó otra.
ATM: ¿Cuándo usted estaba con Reynolds Sensei . . .
SENSEI: Ellos aún estaban juntos; aún había comunicación. Pero yo creo que ellos estaban en el borde de la separación. Cuando ellos realmente se separaron, Ralph muy firmemente insistió que
el no quería a nadie practicando algo diferente de lo que el estaba haciendo. Pero yo quería estudiar con Chiba Sensei también --- y lo hice. Yo iba a otros dojos, a pesar de la edad. Yo solía viajar a Londres a practicar.
ATM: ¿No les importó a tus instructores?
SENSEI: Si, pero el no me detuvo. Yo aún era leal. Me era muy importante ser leal por darme el principio, el primer paso. (Algunos otros terminaron abandonándolo y yéndose con Chiba Sensei.)
ATM: ¿Cuándo usted fue a Londres, usted vio a otros maestros que no fuera Chiba Sensei?
SENSEI: Si. Yo conocí a Tamura Sensei cuando el fue a Inglaterra por la primera vez. Después de eso, cuando supe que el estaba cerca en Francia, yo trataba de viajar para visitarlo. Yo pasaba algunos días o un fin de semana.
ATM: ¿Estaba Tamura Sensei enseñando cosas diferentes de lo que usted estaba acostumbrado?
SENSEI: Si, muchas. Los principios eran los mismos, pero era muy difícil ver lo que el estaba haciendo. El era muy preciso; el tan solo te absorbía. Yo estaba muy impresionado por su gracia y eficiencia. La sutileza de la práctica de Tamura Sensei contrastaba con la práctica más física, y dinámica que yo tenía con Chiba Sensei y Ralph.

ATM: ¿Usted entrenó con otros shihan ademas de Chiba Sensei y Tamura Sensei?
SENSEI: Después, yo conocí a Saito Sensei, cuando el vino a Inglaterra. Saito Sensei me abrió los ojos a la forma en que el entrenamiento de armas puede influenciar el movimiento del cuerpo.
ATM: ¿Entonces, usted vio a unos cuantos y diferentes maestros?
SENSEI: Si. Fue muy interesante que, mientras todos ellos venían del mismo lugar, todos eran muy diferentes el uno del otro. Las diferencias se debían a sus personalidades, sus actitudes, sus percepciones de lo que es el Aikido. Las ideas básicas y las técnicas eran las mismas.
ATM: Eventualmente, usted se mudó de Birmingham, Inglaterra, a New York City. ¿Por qué?
SENSEI: El Aikido se estaba volviendo político. Yo traté lo mejor que pude para mantenerme fuera de ese tipo de cosas. Yo tenía 17 años en ese entonces, y todo lo que quería hacer era entrenar. Pero se estaba volviendo muy frustrante. Esa era una de las razones que me mantenían yendo y viniendo de Francia para ver a Tamura Sensei. Pero, en esa época, con el trabajo y los estudios, no podía ir tan seguido como lo hacía antes. Un día, yo estaba en Francia hablando con
Tamura Sensei acerca de las varias fracciones que se estaban desarrollando en Inglaterra. Yo le dije que me estaba interesando en ser más serio en cuanto al Aikido --- lo que quería hacer básicamente todo el tiempo. El me dijo, "¿Por qué no te pones en contacto con Yamada Sensei?" yo acababa de leer el libro de Yamada Sensei. Me gustaba su postura, su movimiento, su extensión, la forma de su técnica. Además, mi madre se había mudado a Estados Unidos unos cuantos años antes. Entonces, cuando Tamura Sensei sugirió que me pusiera en contacto con Yamada Sensei, yo decidí hacerlo. Cuando fui a New York, visité el New York Aikikai. Yamada Sensei no estaba allí; estaba de viaje. Pero me gustó la energética atmósfera del dojo. La actitud durante las prácticas era buena. Yo me quedé en New York por seis meses. Entonces me tuve que regresar a Inglaterra. Yo regresé a New York como cuatro meses después. Yamada Sensei estaba allí, pero tenía que irse de viaje a Inglaterra. Regresé a casa y me encontré a Yamada Sensei en Gales. Cuando lo ví dando clases, yo pensé, "!Esta es la persona con cual quiero estudiar! !Realmente puedo aprender de este señor!" Salí con el en Gales. Nos tomamos algunos tragos juntos --- mucha diversión. Tuve que tomar ukemi de él. Después, yo le pregunté si tenía espacio para otro deshi en el Aikikai. Me dijo que había alguien viviendo allí en ese momento, pero añadió que, si me mantenía en contacto, el me haría saber cuando hubiera espacio. Como un
mes después de eso, me llegó una carta de él diciendo que, si aún estaba interesado en ser un deshi, que el estaría feliz de tenerme. Yo no perdí tiempo; cuatro días después había empacado todo y me fuí a New York. En ese entonces, yo tenía un dojo con algunos amigos. Ellos enseñaban Karate y Judo, y yo enseñaba Aikido. Todos andaban en contra de que yo me fuera, pero yo sentí que, si no tomaba esta oportunidad, no tendría otra más. Yo no arrepiento del todo. Algunas veces hubiera deseado hacerlo antes.
ATM: ¿Qué edad tenía a este punto?
SENSEI: Yo tenía como 24, y el año era 1984.
ATM: En ATM, frecuentemente recibimos cartas de personas que buscan programas para uchi deshi. ¿En el New York Aikikai, el programa de los deshi está reservado más que todo para las personas que han entrenado un tiempo en el dojo, o más para la gente que viene fuera del dojo, como usted hizo?
SENSEI: Pasa de las dos formas. Nueve de diez veces, un deshi es alguien quien le ha escrito al Sensei probablemente desde un dojo en un pequeño pueblo o ciudad. La gente pide ser uchi deshi por dos años, un año, o solo por un verano. Ahora mismo, hay como seis o siete.
ATM: ¿El entrenamiento en el New York Aikikai era diferente de lo que usted andaba acostumbrado?
SENSEI: Si. Había más énfasis en trabajar con uke, en un nivel físico. Además, el entrenamiento que había hecho con Ralph (el cual era muy bueno) se atoró en las técnicas básicas. Yamada Sensei me hizo ver claramente todas mis bases. El siempre estaba moviéndose, nunca se mantenía quieto. Yamada Sensei explicaba las cosas muy claramente. El realmente enlazó todo para mí.
ATM: ¿Acerca de la gente del New York Aikikai? ¿Eran ellos diferentes de sus compañeros de práctica en Inglaterra?
SENSEI: Muy diferentes. Considerando los limites de la práctica, Yamada Sensei los dejaba ser ellos mismos. El podría hacer algo, y todos los demás podrían hacer la misma cosa, pero con su prorpia interpretación. Ellos jugaban con la técnica. Yo estaba acostumbrado a una situación en la cual los estudiantes hacían exactamente lo que el instructor demostraba. Cuando era nuevo en
el dojo, yo me ponía a pensar, "¿Por qué todo el mundo está haciendo la técnica a su propia manera?" Yamada Sensei diría, "Es bueno para los estudiantes descubrir sus propios estilos."
ATM: ¿Qué tal New York? ¿Era diferente de . . .
SENSEI: Oh, extremadamente. El clima era más frío y nublado. No puedo entender como viví en Inglaterra por tanto tiempo. Yo siempre quise estar donde estuviera el sol. Es sorprendente que yo me quedara allá tanto tiempo.
ATM: Pero no te haz mudado exactamente al punto en USA donde haya más brillo de sol.
SENSEI: Eso es verdad pero al menos New York tiene estaciones. En Inglaterra, es basicamente lo mismo todo el año. Hay una semana soleada, y eso es todo.

ATM: ¿El ritmo de vida de Manhattan no lo molestó?
SENSEI: Al principio, si. Yo estaba acostumbrado a un cuarto silencioso y a una cerveza después de clases. Pero en New York las cosas nunca paran. Al principio, me preguntaba como la gente vivía a este ritmo. Cuando llegué por primera vez, yo creía que la gente en New York no tenía modales y que eran groseros. Pero una vez que agarré el ritmo, ví que no es de esa forma.
El ritmo solo lo hace parecer así. Observé las formas en que la gente en New York interactuaba y llegué a la conclusión de que solo eran ellos mismos. Una vez que andas en el "modo New York," no es tan malo. Cosas abiertas toda la noche, y siempre hay algo que hacer. Cuando regresé a Inglaterra después de estar en New York creo que un año, Inglaterra parecía tan apagada!
ATM: Además de enseñar en el New York Aikikai, usted da clases en la Universidad de New York. ¿Cuándo comenzó eso?
SENSEI: Hace como dos años. Yo enseño Aikido en la escuela de drama. Los estudiantes en la escuela están estudiando lo que le llaman la técnica Meisner. La persona que organizo las clases, Lorrie Peters, había leído acerca del Aikido, y ella creía que los principios del Aikido se llevaría muy bien con la técnica Meisner.
ATM: ¿Ella quería que los estudiantes supieran Aikido para que pudieran hacer las coreografías de las escenas de pelea?
SENSEI: No, ella quería que aprendieran Aikido como si estuvieran en un dojo real. Ella me dijo que les enseñara a ellos tal como si le enseñara a cualquier otro estudiante.
ATM: ¿Los estudiantes de drama se preguntaban por qué estaban aprendiendo Aikido?
SENSEI: Algunos sí, especialmente al principio. Pero ellos venían a ver si los ayudaría a expresarse a través de sus cuerpos. Ellos parecían disfrutar las clases, y algunos querían venir al dojo como estudiantes regulares.
ATM: Yo escuché, que los estudiantes de drama se habían interesado en el Aikido, y usted se había interesado en actuar. ¿Es esto cierto?
SENSEI: Soy un aficionado. Hay gente en el dojo que actúa --- en los teatros, en comerciales, o en telenovelas. En New York, siempre andan filmando películas todo el tiempo. Saliendo con los estudiantes de drama, los cuales hablan mucho acerca de actuar, me interesaron.
ATM: Es verdad de que estuvo en una película.
SENSEI: Sí. Fue divertido. Fue muy interesante como se hacen las películas.
ATM: ¿Qué lo sorprendió más acerca de esa experiencia?
SENSEI: El tiempo y el trabajo que toma filmar una pequeña escena. Una escena puede ser tomada una y otra y otra vez. Toma mucho tiempo el poner las cámaras en los ángulos correctos, el tomar exactamente la imagen que el director quiere. Mientras esto pasa, el actor tiene que esperar o ir a su camerino. Puede pasar un par de horas antes de que te llamen. Entonces el director te dice lo que el quiere: "Dí esto. Ve hacia la cámara así. Usa esta expresión."
ATM: ¿La película trata acerca del Aikido?
SENSEI: Bueno, la persona quien escribió el guión y produjo la película entrena en el dojo, y yo hago el papel de un instructor de Aikido. Pero no es una película de artes marciales. En la película, alguien viene a mi dojo para aprender Aikido. El tiene un poquito de una actitud, piensa que lo sabe todo, y es más grande y fuerte que cualquiera. Él siempre está listo para saltar y
pelear. El propósito de la película es mostrar la influencia del Aikido en el carácter de esta persona. Yo pienso que la película salió muy bien. Yo la tengo en video. (Fue proyectada en New York en un festival fílmico, pero me lo perdí.)
ATM: ¿Tiene planeados algún otro proyecto fílmico?
SENSEI: Un estudiante en el dojo va a actuar en otra película una película más de acción, supongo y le estoy haciendo las coreografías para las escenas de pelea.
ATM: ¿Con Aikido?
SENSEI: Sí, la persona quien escribió el guión quiere demostrar las oportunidades de defensa personal de las técnicas de Aikido.
ATM: Usted fue uke para Yamada Sensei en los famosísimos videos de Aikido: the Power and the Basics (los cuales distribuimos a través de ATM). ¿Hay más cintas planeadas de esta serie?
SENSEI: Tenemos planeada sacar otra cinta más en 1996.
ATM: También he escuchado que usted aparece en un CD de computadora con Sugano Sensei.
SENSEI: Sí, el CD de las artes marciales. Cuando los productores se pusieron en contacto, ellos dijeron que querían hacer un documental acerca de diferentes artes marciales en la ciudad algo informativo que le pudiera permitir a la gente ver diferentes artes marciales y ver lo que le gustaría estudiar más. Sugano Sensei y yo hicimos algo fuera de rutina. Después de terminado, nos preguntamos si escucharíamos de esa gente de nuevo. Pasaron un par de años, y no habíamos escuchado nada. Entonces un estudiante me mostró el CD. !Es muy bueno!
ATM: Déjeme regresar al película que usted hizo. Usted dice que interpreta un instructor de Aikido que ayuda a alguien a cambiar su carácter a través de la practica del Aikido. ¿Usted piensa que esa transformación de carácter ocurre en el Aikido?
SENSEI: Si.
ATM: ¿Usted diría que el Aikido lo ha cambiado?
SENSEI: Yo tenía un temperamento más corto cuando era más joven. Yo era muy conocido por eso en el colegio.
ATM: ¿Se metió en peleas?
SENSEI: No, pero si en argumentos y confrontaciones. Yo era el chico del colegio que todo lo hacía bien, siempre ayudaba a los maestro. Pero era muy impaciento con la gente que se metía en mi camino o en mi frente. Yo solía quitármelos del medio. Mis amigos me decían, "Estas cambiando porque practicas artes marciales." Yo lo negaba. Pero, cuando pienso en eso, veo que era verdad.
ATM: Ahora que enseña Aikido, ¿Usted ve a sus estudiantes cambiando de forma de ser?
SENSEI: Hay algunos que no agarran la onda y nunca cambian realmente. Pero la mayoría si cambia. Ellos llegan a un punto donde se encuentran de frente con una pared de ladrillos y se dan cuenta que no irán mas lejos hasta que ellos cambien su carácter, su personalidad, o la forma como practican.
ATM: ¿Cómo instructor de Aikido, se ve a usted mismo actuando pasivamente observando esas transformaciones en otras personas, o activamente haciendo que eso pase?
SENSEI: Trato de hacer ambas cosas. Yo observo, y trato de ayudar a los estudiantes cuando tienen problemas. Lo que hace esto doblemente difícil es que las cosas siempre están cambiando para mi, también. Yo todavía estoy tratando de trabajar en mi propio desarrollo. Yo puedo ver al sensei hacer algo y darme cuenta que me he estado olvidando de algo. Todas las cosas de algo repentino se vuelven claras y la perspectiva cambia para mi.
ATM: Usted habla muy bien de Yamada Sensei. ¿El lo ha ayudado a usted a cambiar?
SENSEI: Oh, si. Pienso en el como una figura paternal.
ATM: ¿Usted ha viajado mucho con el?
SENSEI: Si, algunas veces viajamos juntos. El también algunas veces me manda a impartir seminarios en dojos pequeños. El me anima a salir y a enseñar mas, a tener mas orientación.
ATM: ¿Usted viaja mucho fuera de USA?
SENSEI: Si. He estado en el sur de Francia con sensei --- y también hemos viajado a Brasil y a Chile. En Brasil, el espíritu es muy bueno. Ellos son muy entusiastas acerca de aprender. Que ellos hayan llegado tan lejos sin la presencia de ningún shihan muestra su hambre por aprender.
En Chile, José Rojo Sensei (quien empezó su Aikido con Tamura Sensei en Francia) tiene un bonito dojo y unos buenos seguidores.
ATM: ¿Usted diría que, en Sudamérica, la gente está interesada predominantemente en el lado físico del Aikido o en el lado espiritual?
SENSEI: El físico, creo. Ellos también están interesados en el otro lado, pero en este momento su foco parece estar en desarrollar la calidad técnica de su Aikido.
ATM: ¿Cuando usted viaja de cultura a cultura, usted encuentra que la naturaleza de la práctica del Aikido difiere?
SENSEI: La cultura hace la práctica diferente, porque su mentalidad es diferente. En Inglaterra, la práctica era vigorosa y seria, pero (cuando estaba allí) no existía un dojo de Aikido. Las clases eran enseñadas a través de clubs como YMCA o centros deportivos. En los Estados Unidos, hay muchos dojos. Entonces, la mentalidad es diferente: las cosas son más profesionales. En Sudamérica, el Aikido tiene el aspecto professional, pero la mentalidad allí es más vibrante,
energética, burbujeante más que en los Estados Unidos. La técnica de Aikido sola no parece diferir de cultura a cultura. Cuando hay variaciones, ellas parecen levantarse de las personalidades e interpretaciones de los shihan que estén en el área, no en diferencias culturales.
ATM: Permítame cambiar el tema y preguntarle acerca de lo que usted quiere para el futuro. ¿En diez años, donde le gustaría estar?
SENSEI: Supongo que algún día me gustaría tener mi propio dojo. No se donde o cuando. Pero cuando pase, yo sabré. Pero hasta ahora, no he planeado nada para mi vida para la forma que tiene. Las cosas han ido cayendo en su sitio. Algo me ha dicho haz esto o no hagas aquello. Yo no soy planificador. Por tanto, es difícil para mi tratar de ver diez años más adelante en el camino.
ATM: ¿Tiene algún consejo para las personas que acaban de comenzar en el Aikido?
SENSEI: Mi consejo es que sean pacientes. No se puede aprender Aikido de la noche a la mañana. Si quieres algo del Aikido, tienes que poner algo en el. La gente me dice que el Aikido es natural para mi. Puede ser cierto. Pero realmente no lo veo de esa forma. Yo estaba hambriento por el Aikido, y le puse mucho empeño en el. Tuve que enchufarme. Algunas veces, cuando demuestro un movimiento y le pido a los estudiantes que lo hagan, ellos dicen "Oh, nunca seré capaz de hacer eso. "Yo les respondo, "Bueno, cuando comencé, tampoco podía hacerlo. Yo tuve que aprender, ponerle tiempo, practicar."
ATM: Cuando las personase ven a alguien como usted, que es diestro con el Aikido, ellos a veces se dicen a ellos mismos, "apuesto a que el nunca se ha lesionado su rodilla u hombro como yo."
SENSEI: Bueno, yo he tenido mis lesiones: una clavícula fracturada, ligamentos de las rodillas rotos, y unas cuantas torceduras. Yo no me cuidaba a mi mismo cuando era joven. Ahora trato de ser más cuidadoso, más sensible. Me tomaré un día de descanso. En el pasado, nunca se escuchaba de mi tomando un día libre de clases.
ATM: ¿Usted cree qué es importante para la gente el entrenar todos los días?
SENSEI: Si, todos los días pero con diferentes intensidades. No podemos venir al dojo todos los días queriendo trabajar tan duro como podamos. Hay muchos aspectos diferentes de la práctica. Un día trabajar muy vigorosamente, el día siguiente trabajar cuidadosamente con un principiante, y el día siguiente trabajar en ser más fluido. Hay más en el Aikido que agarrar a la gente y arrojarlos de cabeza.
ATM: Usted acaba de terminar un seminario en el Musubi Dojo. Usted es un miembro de alto rango de la United States Aikido Federation, y el Musubi Dojo no es un dojo de la federación. Pero, claramente, nosotros podemos practicar juntos de todas formas.
SENSEI: Yo no estoy con las cosas políticas. Mi lealtad está con Yamada Sensei y la
Federación, pero yo también le soy leal al Aikido. A mi me gustaría ver a todo el mundo en el Aikido practicando juntos, trabajando juntos. Tal vez algún día esto ocurrirá. Los campamentos de verano son un comienzo. Las personas pueden ir a diferentes campamentos de verano, practicar con diferentes personas, y ver diferentes maestros. Nosotros no deberiamos escondernos en nuestras propias esquinas. Nos gusta tener visitantes en el New York Aikikai. Yamada Sensei parece apreciar el tener visitantes gente viniendo a ver como es su dojo y
entrenar allí.

Por Susan Perry del Aikido Today Magazine #45
Traducido por Pedro J. Riego
Fuente:http://www.geocities.com/aikiven/entrevistas/d_waite.pdf



Entrevista con Kazuo Chiba


Aikido Journal: Sensei, yo entiendo que usted comenzó en las artes marciales con judo y después se cambió al aikido. ¿Podría usted decirnos algo acerca de la manera en que las cosas se daban en esos días?

T.K. Chiba Sensei

Kazuo Chiba: Bien, a mi me gustaba bastante el budo, especialmente el judo. Un día sucedió que me encontré en una situación donde tuve que sostener un encuentro con uno de los avanzados quien era un nidan. El era una persona agradable y me había enseñado bastante desde que entre al dojo por primera vez, también había sido bueno conmigo afuera del dojo. El tenía una contextura pequeña pero hacía un judo maravilloso, y podía derribar oponentes mas grandes sin utilizar fuerza. El utilizaba bastante los lanzamientos taiotoshi (caida del cuerpo) y el yokosutemi (sacrificio lateral) de una forma que no se ve frecuentemente. El era también muy rápido.

El acostumbraba derrotarme todo el tiempo, pero entonces, por alguna razón gané un encuentro durante un kachinuke shiai (encuentro en el quie el judoka se mantiene en el combate hasta que es derrotado; entonces es reemplazado por el ganador). El estaba mortificado y dijo “No puedo ya derrotarte en judo, pero aún tengo el kendo!” (él también era nidan en kendo).

Entonces, una noche, él se presento en mi casa y me dijo que saliera porque tendríamos un encuentro de kendo. Ahora, he hecho judo y karate, pero nunca kendo. Me preguntaba sobre algo que pudiese funcionar, luego salí y nos vimos en un lote desocupado. Mi Sempai me permitió una ventaja al dejarme usar un bokken de madera mientras el usana solamente un shinai de bambu. El era tan rápido que yo nunca pude tocarlo, mientras que su shinai chasqueaba en mi cuerpo una y otra vez. Terminé recibiendo una paliza.

Esa experiencia se convirtió en uno de mis primeros despertares acerca del budo. Desilusionado, dejé de ir al dojo de judo y comencé a hacerme cuestionamientos. Lo que me ocurrió fue que así practicara judo de la forma mas comprometida posible, y me consolidara como un judoka de alto nivel, de topdas formas sería derrotado por un kendoka con el grado de shodan en un encuentro de kendo. De igual forma, si a algún profesor de kendo le regalasen un uniforme de judo, y se acercara a mi dojo de judo, probablemente lo derrotaría sin importar que tan buena reputación el tuviese en el mundo del kendo.

Después de pensar por un momento, concluí que algo estaba faltando, y que se había cometido un error; el verdadero budo debía ser algo mas. Un practicante de budo, pensaba, debería ser capaz de responder bajo cualquier circunstancia, así fuese utilizando una espda contra otra, lo que fuese. Esas simples preguntas me llevaron a comenzar a pensar sobre la naturaleza del verdadero budo.

Debido a que no tenia idea de cómo encontrar el tipo de budo que yo buscaba, dejé de entrenar cualquier tipo de arte marcial por un tiempo de seis meses. Sabía que tenía que encontrar un profesor que me pudiese dar la guía apropiada.

Entonces, un día en una librería recogí un libro de aikido. En el interior jabía una pequeña foto de O-Sensei. Cuando la vi, supe inmediatamente que había encontrado mi maestro. No sabía nada acerca de las técnicas de aikido, pero pensé que eso no era importante y simplemente pensé: “esto es!, esta parece que es una persona que entendería mis preocupaciones”. Así fue que encontre mi camino hasta el lugar donde el Sensei Ueshiba se supondría que estaría con el ánimo de sugerir (un poco grosero de mi parte pues no tenía ninguna invitación) sin importar lo que sucediera, ser recibido como un uchideshi tan pronto como fuese posible. Así fue que yo llegué al aikido.

¿Cuál era su edad entonces?

Me había graduado recientemente del bachillerato, entonces seguramente tenía 18 años. En ese entonces O-Sensei estaba viviendo en Iwama, así que no se encontraba usualmente en Hombu Dojo. Pero estaba preparado para sentarme frente al dojo hasta que fuese aceptado para ser un uchideshi. Así lo hice, esperando poder hablar con alguien. Eso fue a mediados de febrero [1958], y hacía bastante frío. Parece que las personas en el Hombu Dojo creían que yo era alguna clase de loco. Trés días después O-Sensei regresó de Iwama. Waka Sensei (el actualdoshu, Kisshomaru) aparentemente le informó que había una persona extraña y le preguntó que debía hacer al respecto. O-Sensei dijo “tráiganlo adentro,” de esa forma fue que pude conocerlo. Me senté en el corredor afuera del cuarto de O-Sensei e hice un saludo formal. Cuando levanté mi cabeza y lo miré dije para mi “esto saldrá bien”.

O-Sensei dido, “el entrenamiento en budo es extremadamente demandante. ¿Piensas que puedes manejarlo?”. Le respondí que yo estaba muy seguro que podría u O-Sensei dijo, “Entonces muy bien”, fue una presentación muy simple.

¿Usted duró cerca de siete años entrenando como uchideshi en el Hombu Dojo?

Si, y no hubo un solo día durante ese periodo que lo hubiese considerado “divertido” —- No en este entonces de todas formas. Ahora recuerdo esos días con cariño, aunque eran bastante duros [risas]. Por supuesto eso era lo que yo había escogido con el fin de lograr mis metas, no algo a lo que me hubiesen forzado, en ese sentido era algo así como un lujo, a pesar de la dificultad.

Usted debe tener unas historias muy interesantes de sus experiencias como uchideshi…

O-Sensei aún disfrutaba de una buena salud cuando entré al dojo. En los siete años en los que estuve ahí, vi cambiar sus técnicas de forma rápida. Después de un año obtuve las suficientes bases y me fue permitido tomar ukemi para él.

Entrenar con O-Sensei era bastante duro! Regularmente tenía la piel de mis codos con peladuras cuando practicábamos iriminage y las mangas de mi uniforme siempre estaban endurecidas con sangre. Las técnicas de O-Sensei eran tan rápidas que para mi era muy difícil hacer el ukemi. Incluso peor que tomar el ukemi era que tu te tenías que levantar de inmediato y sin dejar de observarlo. Lo sentías en tu nuca tan pronto como el te proyectaba volando dos metros sobre el tatami. Su espada también era extremadamente rápida.

¿Cómo describe usted la “energía” de O-Sensei?

Era como estar siendo presionado por alguna forma de fuerza invisible. O-Sensei usualmente nos decía que lo golpeáramos con un bokken en cualquier momento. En cualquier momento en que el de detuviera y se volteara a hablar con sus interlocutores parecía un buen momento ya que no estaría mirando en tu dirección, pero incluso así, nadie trato de atacarlo adi. El simplemente no tenía aperturas. Él no nos miraba con sus ojos, pero nosotros podíamos sentirlo observándonos con su ki. Eso usualmente me hacía sudar de una manera tan abundante que difícilmente podía yo mantener el agarre en mi bokken.

Aún asi, como si fuésemos sus oponentes nosotros nos manteníamos alerta, y gradualmente tratábamos de acortar la distancia. Entonces, por un instante, se daba una apertura, O-Sensei creaba pequeñas aperturas de forma deliberada con el fin de ayudarnos a desarrollar nuestras habilidades de percepción. Él no trabajaría con personas que no pudiesen demostrar la habilidad de percibir estas aperturas.

En el instante en que O-Sensei se descuidara en la intensidad de su poder Kokyu, nosotros podríamos apresurarnos para atacarlo; pero el ya se habría ido. Por esa razón pareciera que estuviese arreglado. O-Sensei ya estaría en movimiento en el momento en que nosotros empezáramos nuestro ataque. Nosotros simplemente éramos demasiado lentos o carecíamos de la habilidad de percibir. Yo encuentro esto muy interesante.

¿O-Sensei le enseñaba de forma diferente a los uchidechi y a los otros estudiantes?

El contenido del entrenamiento era exactamente el mismo, pero a nosotros los uchideshi se nos decía que no debíamos entrenar de la misma forma que los estudiantes regulares. Nuestro entrenamiento tenía que ser mas duro y mas intenso, no algo suave y sin esfuerzo. O-Sensei era muy estricto al respecto.

Los uchideshi muy raramente recibían una instrucción técnica especial. En lugar de ello, la parte más intensa de nuestro entrenamiento era la interacción con O-Sensei en todos los aspectos de su vida diaria, servir como sus asistentes personales, acompañarlo en sus viajes, preparar sus comidas y sus baños, darle masajes en la espalda, leer para él, y cosas como esas. Las personas que no han sido un uchideshi difícilmente entienden el significado de este contacto diario.

Por favor díganos más al respecto.

Nosotros normalmente acompañábamos a O-Sensei cuando viajaba a lugares como Osaka y Wakayama, los viajes duraban normalmente cerca de una semana. Cargados con el Equipaje de O-Sensei y con el nuestro, con los bokken y jo cargados en la espalda, teníamos que llamar un taxi para dirigirnos a la Estación de Tokio. Cuando llegábamos allí, O-Sensei inmediatamente se bajaba del taxi y desaparecía al interior del lugar, dejándonos para encargarnos de comprar los tiquetes de tren y otros detalles. Nosotros teníamos que seguirlo mientras el se movía hábilmente en la congestionada estación, pareciera que las congestiones de gente se desvanecían en el momento en que él se movía.

Siempre que había que subir una escalera teníamos que ayudar a O-Sensei, empujándolo desde atrás, y cuando bajábamos, nosotros siempre íbamos un paso debajo de él y le ofrecíamos un hombro para que se sostuviera de ahí. Eventualmente también lo hacíamos en el tren. Ocasionalmente, había uchideshi que no podían seguirlo o continuar, pero O-Sensei simplemente se subía al tren y los dejaba atrás, de esta forma todos tenían que hacer lo posible para no quedarse y llegar al tren con el resto del grupo.

En la mayoría de sitios en que nos hospedábamos, se arreglaban dos habitaciones y un baño. O-Sensei dormía en el cuarto más lejano y los uchideshi se amontonaban en el otro. A su edad, O-Sensei usualmente se levantaba cinco o seis veces en la noche para ir al baño y nosotros teníamos que asistirlo. Durante los dos primeros dos o tres años, casi no pude dormir pues no se sabía en que momento se levantaría.

Cuando él se levantaba nosotros abríamos la puerta y le ayudábamos a ponerse su haori (un camisón suelto que es más largo en el frente , y llega hasta un punto entre la cadera y las rodillas), entonces lo acompañábamos al baño, abríamos la puerta y prendíamos la luz. Luego, le ayudábamos a lavar y secar sus manos, lo llevábamos de regreso a su habitación y luego regresábamos a la nuestra. Obviamente no puedes dormir muy bien si sucede esto cinco o seis veces en la noche. Cada uno de nosotros perdía cerca de ocho o nueve libras en la semana y al llegar a casa estábamos hechos trizas. Lo interesante es que después de cuatro años yo ya era capaz de dormir placidamente. De alguna forma podía en mi sueno percibir el momento en que O-Sensei necesitaba levantarse y usar el baño. Me despertaba, saltaba de la cama, abría la puerta y ahí estaba, en el instante apropiado. Algún tipo de comunicación sin palabras se desarrollaba. En japonés nosotros decimos ishin denshin, que significa algo así como la “comunicación como si dos personas tuviesen la misma mente”.

Este es un tipo de entrenamiento que te permite percibir la intención de ti compañero en el tatami. Cuando tu y tu compañero se enfrentan sosteniendo espadas, por ejemplo, lo que es realmente importante no es saber quien es mas fuerte y quien es mas débil, sino que tan claro tu puedes comprender la intención del otro. Para poder moverte en el momento justo, tu debes ser capaz de ver las aperturas cuando ellas aparecen.

No se si O-Sensei de manera intencional nos daba esta clase de entrenamiento, pero en cualquier caso, ello influenció mi técnica en el sentido en que yo uí capaz de actuar en respuesta del ki de mi compañero y el ritmo de sus movimientos antes de que yo pensara en hacerlo. Por supuesto, no lo puedo hacer todo el tiempo,.. desearía poder hacerlo, entonces si sería realmente un experto, ¿no te parece? [risas]

¿Qué cree usted que es lo mas importante para aquellos que comienzan en el Aikido?

La gente busca cosas muy diferentes en el aikido, es difícil generalizar. Cuando era un uchideshi había muy poca gente entrenando en el Hombu Dojo, pero casi todos buscaban algo que fuese el “Aikido verdadero”. Muchos de ellos estudiantes eran excéntricos o inusuales de alguna u otra manera, dentro de este grupo encontrábamos a los “fanáticos del budo”. Este era un grupo extraño. En estos días hay mayor diversidad. Algunos lo hacen por salud, tros por los aspectos filosóficos o espirituales, todo esto esta bien.

Lo importante hoy en día, es que si concibes el aikido como un árbol, tiene que quedar muy claro quien va a tomar el rol de las hojas y las ramas y quien el de las raíces y el tronco. Mientras exista quien asuma el papel de las raíces y el tronco, el árbol se mantendrá sólido y saludable, y las ramas y hojas aparecerán. No hay nada de que preocuparse. La gente debe tener en esto en mente y evitar insistir en que el aikido no debería ser de la forma en que es hoy. Las hojas y las ramas son hojas y ramas y eso está bien para ellas. Son partes del árbol. La pregunta es ¿quién va a tomar la responsabilidad de mantener las raíces y el tronco?.

En principio creo que n existe lo viejo y lo nuevo en el budo. Nosotros tenemos la palabra ”Kobudo” que literalmente significa “budo antiguo”. Es lógico que el opuesto esa “shinbudo”, o “nuevo budo”, pero nosotros no utilizamos actualmente esa palabra en japonés, ¿o si?. La tendencia moderna para el nuevo budo es que se orienten hacia lo deportivo. Probablemente esta bien que se le llame a estos deportes “nuevas formas de budo”, pero en la forma tradicional de pensar, no se puede considerar a los deportes como budo.

Es muy difícil para mi decir en que medida estas cosas se deben considerar budo. Pero en mi punto de vista, no hay duda que el budo es lo que forma las raíces del aikido. Las ramas y hojas crecen de ello. Todos los otros elementos – aikido como “un arte para la vida”, como un medio para mejorar la salud como calistenia o un objetivo desde el punto de vista estético – todo estos son tallos de una raíz común que es el budo, ello está perfectamente bien, pero el punto es que no son la raíz por si misma. O-Sensei siempre recalcó que el “aikido es budo” y el”budo es la fuente de poder del aikido”. Si nos olvidamos de esto entonces el aikido mutará en algo mas de alguna forma en un “arte de vida” o algo mas como un tipo de yoga.

¿Podría hablarnos acerca de ello desde una perspectiva técnica?

Dentro de mi limitada experiencia, lo que me cautiva más acerca del aikido es su naturaleza racional y el hecho de que nosotros encontramos principios coherentes perneando toda la técnica del aikido. Para poner un ejemplo, dentro de los muchos principios envueltos en el aikido encontramos uno en el cual “uno son varios”. Las técnicas sin armas, en principio, contienen el potencial de ser transformadas en cualquier momento en técnicas con armas y viceversa. Las técnicas usadas para responder a un solo oponente, pueden ser aplicadas también para múltiples oponentes. Las líneas de movimiento evolucionan de manos vacías al uso de las armas y nuevamente a manos vacías, de un solo oponente a múltiples oponentes y nuevamente a uno solo en un modo orgánico continuo y conectado. De esta forma, aikido es muy similar a una entidad viviente. Este elemento constituye una de las cualidades esenciales del aikido como budo. Este es el tipo de movimientos que O-Sensei usaba y se mantiene en el corazón del aikido. De todas formas, esta cualidad esencial no se manifiesta claramente en las técnicas individuales tanto como si permea el arte en un todo y existe como un potencial latente. Esto permite una aproximación a una ética vista por una espiritualidad moderna, en otras palabras el “shinmu fusatsu” que representa el ideal más alto en el budo Japonés—- “el no matar”

La esencia del aikido como un budo no se encuentra de manera superficial, pero aquellos con un grado de profundización deberían ser capaces de discernir. Del aikido que vemos en la superficie, en otras palabras, mucho del aikido que vemos hoy, no puede decirse que representa el budo en el sentido tradicional de la palabra. Afortunadamente, en el aikido para un estudiante serio permanece el potencial de escudriñar en profundidad para descubrir su esencia y a través de un largo proceso de búsqueda hacer de ella su propia esencia.

Creo que tal vez una de las profundas y fascinantes cualidades del aikido es que se mantiene en todo momento formas fenomenales en la superficie junto con un potencial subyacente para revelar la verdadera esencia del concepto de “bu”. En este aspecto su profundidad es casi ilimitada. Es un gran error pensar que lo que se ve en la superficie lo es todo y representa la realidad. De otra parte, la búsqueda exclusiva de la así llamada “realidad” que existe tras la forma puede causarte perder de la vista la universalidad del aikido como un camino (michi) y todos los esfuerzos del Doshu serán en vano.


Traducido por César Martínez

Siendo un joven de dieciocho años, Kazuo Chiba le dio una mirada a una fotografía de Morihei Ueshiba en un libro y supo que su búsqueda de un verdadero maestro de Budo había terminado. Ahora, siendo 8vo Dan e Instructor en Jefe del San Diego Aikikai, Chiba recuenta episodios de sus años como uchideshi, y provee una explicación detallada del concepto shu-ha-ri, así mismo explica su propio punto de vista del moderno mundo del aikido.